Exposición de Esculturas de Antonio Laurenza

Las obras estarán expuestas desde el 2 hasta el 18 de agosto, en horario de 20:00 a 22:00 h.

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Cartel de la Actividad

Información del evento

Lugar:
Salón Municipal
Organiza:
"El Grupo" Voluntarios de San Silvestre de Guzmán
Contacto:
Tel./fax: 959 34 07 22
Email:
Inicio:
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Finalización:
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Antonio Laurenza nació el 15 de octubre de 1952 en Pietramelara (Italia). Ya en su niñez, sus propias ideas se transformaban, con el alambre de la pérgola, en figuritas de diferentes animales: caballos, burros, vacas, perros, gatos...Todos tenían tres patas solamente “para que tuvieran más estabilidad”.Durante sus años escolares aprendió a manejar y trabajar el barro, algo que todavía le fascina.

En 1968 su padre le exige que se forme como mecánico, así pudo disfrutar de sus primeras soldaduras. Seis meses más tarde la familia Laurenza se traslada a Suiza y el 3 de mayo, empieza a trabajar como soldador. Antonio se siente extranjero, refugiado, sin raíces. En 1976 “nace” su primera figura,relacionada con la conciencia de los problemas de racismo de África del Sur.

En 1982, su trabajo llama la atención y participa en la exposición navideña de la Casa de Arte de Aargau (Suiza) con la obra “Falsedad”. Esta figura anima a dos galeristas, Carlo Mettauer y Roland Hächler a visitarle en su taller.
Al año siguiente, expone por primera vez un conjunto mayor de obras en la Galería 6 de Aarau, con un éxito extraordinario: más de las dos terceras partes de las obras fueron adquiridas.

En 1987, crea solo unas pocas obras: “Tschernobil”, “La muerte”… Pero, pasado algún tiempo encuentra ánimo para probar nuevas técnicas y temas. Antonio Laurenza es soldador. No porque quería serlo sino porque tuvo que serlo. Pero una mañana se levantó con la intención fija, irrefutable, sin dudas, de implementar su experiencia.No quería solamente soldar cientos de partes de chapa, en serie, sin fallos, para encimeras de cocinas, sin sentido… Quería tener en sus manos algo hecho por él, algo personal, único. Así salió en su descanso de mediodía su primera figura “Don Quijote”, de chapa de cromo, soldado a de trozos de la basura del taller. Esta figura, quizás desgarbada y mal proporcionada, cambiaba a Antonio Laurenza. Aunque se sentía reconocido en su trabajo, esto no le bastaba ya. Necesitaba algo diferente. Él quería comunicarse. En un país que no era el suyo y que no hablaban su idioma, su idioma es la soldadura. Las figuras no necesitan traducción, igual que la música, no conoce fronteras étnicas. Sus figuras son poemas tridimensionales. Así el “Don Quijote” lucha callado por sí. Pero su creador no para, se enfrenta a los problemas a su manera. Se aísla y de vez en cuando hace un pequeño borrador.

Laurenza empieza a interesarse por perseguidos, oprimidos, marginados y otros asustos. Durante las pausas de mediodía suelda su primera verdadera figura, “Donna”. Esta mujer pasa hambre y está mendigando. El hambre es fácil de saciar, pero ¿También será fácil calmar el hambre por ser tratada humanamente?
Así surgen numerosas obras; “Terra arrida”, “El emigrante”, “e ancora esodo”, “randaggio”,“contestatore”...

Sus creaciones, muy desesperadas, deben estar de pie, por lo menos salir con la cabeza fuera del agua y al final combatir todas las desavenencias de la vida.


 

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